Kwaśne jabłka. O przemocy wobec dzieci

No vi nada, no oí nada.

Cada año, entre 20 y 40 niños mueren en hogares polacos como consecuencia de la violencia. ¡Es como si una clase desapareciera de la escuela cada año!

Kacper vivió 3 años. Klaudia vivió 5 años. Leon vivió 4 años. Eliza vivió 5 años. Marcel vivió 2 años. Nikodem vivió 3 años. Zuzia vivió 3 años. Kamilek vivió 8 años. Michał vivió 6 años. Oskar vivió 4 años. Murieron a manos de madres, padres, tutores. Adultos.

Éstos son los héroes invisibles e inauditos del informe de Magda y Piotr. Son sólo algunos de los miles de niños que han sido víctimas de la violencia en sus propios hogares. Por supuesto, éstos son sólo una parte de los datos sobre la violencia, aquella que ha llamado la atención de los medios de comunicación. La mayoría de los niños sufren en silencio.

Los autores de su informe también dan voz a expertos y especialistas que a diario se ocupan de casos de violencia contra los niños. De sus conversaciones surge un patrón de funcionamiento que conduce a la tragedia.

Falta de competencias, pobreza, trastornos, adicciones, traumas infantiles. Además, normativas ineficaces, negligencia por parte de funcionarios, trabajadores sociales y servicios que tienen el deber de proteger a los niños.

La repetición y el carácter esquemático de los casos nos permiten anticipar el paso. Y sólo de nosotros depende que lo hagamos.

El informe de Magda y Piotr es una voz importante en el debate sobre la violencia.

Los niños maltratados nunca olvidan lo que pasó. El trauma regresa, el cuerpo lo recuerda. Para siempre.

"Kamil se escapó de casa varias veces. Policía: no pasó nada grave. Kamil no recibió la atención médica necesaria. Tribunal de familia: no pasó nada grave. Kamil fue a la escuela con un brazo roto sin tratar y otras heridas en la cara. Escuela: no pasó nada grave. Kamil fue golpeado constantemente y quemado con cigarrillos. Servicios sociales: no pasó nada grave. Kamil gritaba de dolor. Vecinos: no pasó nada grave. Kamil, con quemaduras extensas y brazos y piernas rotos, sufrió durante cinco días en el suelo de la casa donde vivían su madre, su marido, su tío, su tía y otros niños. Familia: no pasó nada grave. Kamil murió el 8 de mayo de 2023".